Una prueba del éxito y la universalización de la pelota vasca a lo largo de la historia queda acreditada por la atracción que ejerció sobre la realeza, pues disponemos de abundantes datos de reyes pelotaris y de monarcas como asiduos y entusiastas espectadores de pelota.
Fernando VII, Isabel II, Alfonso XIII, Napoleón III, Eugenia de Montijo, María Cristina de Habsburgo o Eduardo VII de Inglaterra serían algunos ejemplos.
Pero sin duda más sorprendente es encontrar en esta lista a Haile Selassie (1892-1975), emperador de Etiopía. Su verdadero nombre era Táfari Makkonen, por lo que si tenemos en cuenta que Ras en lengua etíope significa príncipe, de inmediato asociaremos que Haile Selassie era el Ras Tafari, considerado el fundador de la religión y el movimiento rastafari.
En 1930 fue nombrado emperador de Etiopía y adoptó el nombre de Haile Selassie, fue entonces cuando el activista jamaicano Marcus Garvey profetizó que Ras Tafari (o Haile Selassie) era la reencarnación del dios Jah, y su misión era salvar África y a las poblaciones de origen africano dispersas por todo el mundo, liberando finalmente a la raza negra de la opresión blanca (Jamaica fue hasta 1962 una colonia británica).
Haile Selassie se consideraba descendiente del rey Salomón y la reina de Saba, se erigió como un mesías del movimiento rastafari, defendiendo una gran nación panafricana que liberase a los países africanos del colonialismo, así como la liberación de las poblaciones negras americanas oprimidas.
Y llegamos a la pelota vasca. En 1959 Haile Selassie visitó Iparralde y en Donibane Garazi (Sant-Jean-Pied-De Port) asistió a un partido de cesta punta y le entregaron una chistera de honor. La noticia nos cuenta que en la costa (se refiere a Biarritz, donde pernoctó) no se quedaron atrás y le ofrecieron una makila.

Atestigua la visita una fotografía con un grupo de neskitas aplaudiendo a su paso, un recorte del periódico Soud-Ouest, y una reseña de un libro de historia de Donibane Garazi.



Y por último llegamos a Bob Marley, sin duda el más conocido intérprete de reggae y es también miembro más famoso de la comunidad rastafari. Y tenemos que contar que Bob Marley tuvo magníficas actuaciones y obtuvo grandísimos triunfos en las grandes canchas de Jai Alai de Estados Unidos.
Vale, vale, se trata de un juego de palabras. Lo que le encantaba a Bob Marley era la pelota de fútbol, pero la frase en negrita es completamente cierta, pues constan al menos dos conciertos de Bob Marley en los grandes Jai Alai americanos: en el Miami Jai Alai el 5 de agosto de 1978, y en el Tampa Jai Alai el 12 y 13 de diciembre de 1979, donde triunfó de forma absoluta, eso sí, cantando y con la guitarra, no con la cesta y la pelota.



